Hemos hablado en clase alguna vez de esos tragones del espacio llamados agujeros negros. Siempre con hambre, esos extraños cuerpos espaciales engullen cualquier cosa que se acerque hasta ellos y se atreva a pasar del cartelito que indica el límite llamado “horizonte de sucesos”.
¿Por qué son capaces de atraer hacia ellos a la materia que está en sus alrededores? Aunque pueden ser muy pequeños, los agujeros negros tienen que tener por lo menos la masa de un Sol y medio como el nuestro. Eso significa que su fuerza de la gravedad es muy grande y, por lo tanto, con una gran capacidad de atracción.
Puesto que son unos cuerpos que no dejan escapar nada, ni tan siquiera la luz (por eso se llaman agujeros negros), no son visibles y la única forma de saber de ellos es mediante los efectos que causan en los cuerpos que están cerca.
Desde hace tiempo se sabe que muchos agujeros negros prefieren vivir en compañía de otra estrella a la que poco a poco le van “robando” materia. De esta forma, van engordando, haciéndose con más masa y aumentando su capacidad de atracción.
Pues bien, hace muy poco, y gracias a uno de los telescopios situados en la isla canaria de La Palma, los astrónomos han localizado a uno de estos agujeros tragones. Se encuentra a 45.600 años luz de la Tierra, así que no tenéis que preocuparos, podéis salir tranquilamente a la calle porque no os va a atrapar.
Dentro de unos cuantos miles de millones de años, habrá capturado toda la materia de su estrella acompañante y se quedará solo y sin alimento para seguir engordando, vamos, que tendrá que ponerse obligatoriamente a dieta. Pero me temo que ninguno de nosotros lo verá.
Podéis encontrar más datos de esta noticia en la siguiente página de El Mundo:
Y si queréis investigar un poco más sobre los agujeros negros, pasad por la Wikipedia: